En el año 2000 fui a visitar una amiga que tenía un perro pequeño llamado Pipo que tenía por costumbre ladrar cuando sonaba el timbre, ese día no lo hizo y me pareció extraño, entonces pregunté por él y me dijeron que llevaba varios días sin comer porque estaba deprimido porque no podía caminar, me conmovió tanto que resolví hacerle un silla de ruedas, le tome medidas sin tener Claro que iba a hacerle. Al día siguiente le fabrique una silla con tubos de aluminio y le funciono perfecto.
Después en el 2007 me llama una señora para que le hiciera una silla. La señora insistió tanto que termine accediendo, esa silla la vieron en la calle y en ese mes dos personas me llamaron para que les hiciera una, entonces decidí empezar a hacer sillas.
Conoce un poco de este hermoso proyecto.